El código ético de Medicina aplicado a las redes sociales
El mundo está en constante cambio y con él, la necesidad de adaptarnos. Las nuevas tecnologías han evolucionado los hábitos del ser humano, y están demostrando ser la herramienta médica digital que nos acerca a pacientes, nos relaciona más fácilmente con colegas alrededor del mundo y plasma nuestro prestigio profesional en el mundo virtual.
Las redes sociales y los buscadores de Internet no duermen, es por eso que nuestra profesión y reputación continúa demostrándose aún fuera del consultorio o quirófano.
Recopilamos unas recomendaciones importantes para recordar las normas básicas de comportamiento ético y profesional que deberían aplicarse en los canales digitales, de la misma forma que se hace dentro de un consultorio o lugar de trabajo.
Reputación online
La reputación es uno de los mayores activos de cualquier Médico. Es la piedra angular sobre la que se construye el éxito en los canales digitales.
Llevar la reputación que has construido en el mundo físico al plano virtual es una tarea que requerirá esfuerzos, pero tendrá grandes recompensas: aumentarás tu reconocimiento profesional y tu flujo de citas con pacientes; así como tu posición como autoridad en tu especialidad.
Gran parte de tu reputación online, se basará en la confianza que construyas con tus pacientes y seguidores. Por lo que tu contenido tendrá que ser muy valioso y aportar a las necesidades reales que tengan las personas que acuden a ti: información sobre cómo mejorar su salud, ubicación, servicio, horario y números de contacto.
Confidencialidad
Cuando compartas un caso clínico, asegúrate de que la identidad del paciente no pueda ser reconocida de ninguna manera. Así como de tener claro el objetivo con el cual se comparte cierta fotografía o información: ya sea con fines académicos o en beneficio del paciente.
Es de vital importancia evitar a toda costa el morbo. Además, debes saber que los algoritmos de redes sociales son cuidadosos con las imágenes sensibles y podrían llegar a eliminar tu publicación o bloquear tu cuenta.
Almacenar información que manejamos a diario sobre pacientes en nuestros celulares o computadores puede prestarse para un robo de datos o del aparato mismo.
Lo más sensato es guardar esta información de forma encriptada en nubes electrónicas. Y en este mismo sentido, revisar los términos y condiciones de las plataformas en las que guardas o envías información confidencial de tus pacientes.
Si vas a publicar una radiografía, verifica que hayas retirado cualquier rastro de datos del paciente y si se trata de compartir fotografías, el paciente no debe ser identificado.
Recuerda que aún si no publicas su cara, la asociación que existe entre tu ubicación, información y especialidad podría hacer identificable al paciente. El hecho de que exista la posibilidad de publicar imágenes y vídeo, no significa que lo debas hacer
¿Consultas por redes sociales?
Es muy común que tus seguidores estén buscando respuestas inmediatas. Y es comprensible: se encuentran ansiosos, con síntomas y solicitar una cita médica podría requerir un poco más de tiempo.
Cuando des recomendaciones generales, asegúrate de ser aquellas que apliquen para la gran mayoría y no escatimes al hablar de las excepciones y recomendar revisar cada caso detalladamente con su Médico de cabecera o incluso, invitarlos a solicitar una cita contigo.
Respecto al uso de plataformas como WhatsApp, Zoom, Skype, Instagram, ya sea para teleconsultas o para recibir segundas opiniones de colegas; es importante reflexionar sobre el alto riesgo que supone enviar material sensible y la facilidad con la que un tercero podría atentar contra la privacidad Médico – Paciente.
Redes sociales personales o profesionales
Las redes sociales en el mundo de la medicina, deben dedicarse al uso profesional o personal. Evita a toda costa combinar estos dos mundos. Actúa y compórtate como si estuvieras frente a un paciente en consulta: cuida las actitudes insensibles o frívolas, procura mantener la cortesía y el respeto aún en situaciones tensionantes, no opines con ligereza frente a temas médicos.
En Internet no todo vale. Los principios de la medicina tradicional deben ser el estandarte y el manual de conducta que deberá regir tu actuar.
Tu salud es primero
