De acuerdo con el portal Medical News Today, esto consta de un pequeño broche que se debe colocar en un dedo de la mano, pero también se puede usar en la oreja o el dedo del pie.
El oxímetro de pulso se encarga de hacer la medición del oxígeno en la sangre de forma indirecta por medio de la absorción de luz a través del pulso de una persona.
Y aunque esta alternativa es casera, por lo que es más fácil, más rápida y no causa dolor, su precisión es considerablemente más baja si se compara con la prueba ABG, pues algunos factores como el tener los dedos sucios, luces brillantes, esmalte de uñas y mala circulación en las extremidades pueden afectar los resultados.
Ahora, para conocer cuándo los niveles de oxígeno en la sangre son normales o bajos, se debe aprender a hacer la lectura de las pruebas. Un nivel normal de oxígeno en la sangre varía entre 75 y 100 milímetros de mercurio.
Cuando el oxígeno en la sangre está por debajo de 60 mm Hg se considera bajo, por lo que al paciente se le deben administrar suplementos de oxígeno, según lo especifique el médico.
Mientras que en la lectura del oxímetro se debe tener en cuenta que esté entre 90 y 100. Si baja de 90, también se debe acudir al médico para recibir un tratamiento.
Es por esto, que cuando el nivel de oxígeno en la sangre baja, en comparación con el nivel promedio de una persona sana, puede ser una señal de una afección conocida como hipoxemia.