Puede parecer que no hay forma de manejar el estrés. Las facturas no van a dejar de llegar, nunca habrá más horas en el día para todas las cosas por hacer, y sus responsabilidades profesionales o familiares siempre serán exigentes.
Pero tienes mucho más control de lo que piensas. De hecho, la simple comprensión de que tienes el control de tu vida es la base para la gestión del estrés.
Manejar el estrés trata de hacerse cargo: hacerse cargo de los pensamientos, las emociones, el horario, el entorno y la forma en de afrontar los problemas.
El objetivo final es una vida equilibrada, con tiempo para el trabajo, las relaciones, la relajación y la diversión, además de la capacidad de resistencia para mantenerse bajo presión y enfrentar los desafíos.
En nuestra consulta de psicólogos te enseñamos consejos útiles para que aprendas a controlar el estrés.
Identifica las fuentes de estrés en tu vida
El manejo del estrés comienza con la identificación de las fuentes de estrés en tu vida.
Esto no es tan fácil como parece. Sus verdaderas fuentes de estrés no siempre son obvias, y es demasiado fácil pasar por alto los propios pensamientos, sentimientos y comportamientos que inducen el estrés.
Claro, puede saber que está constantemente preocupado por los objetivos en el trabajo. Pero tal vez sea necesario ver cómo frenar diálogo interior, en lugar de las demandas reales del trabajo, lo que lleva al estrés de la fecha límite.
Para identificar sus verdaderas fuentes de estrés, observe detenidamente sus hábitos, actitudes y excusas:
- ¿Explica que el estrés es temporal (“Solo tengo un millón de cosas en este momento”) aunque no recuerde la última vez que tomó un respiro?
- ¿Define el estrés como una parte integral de su vida laboral o doméstica (“Las cosas siempre están locas por aquí”) o como parte de su personalidad (“¿Tengo mucha energía nerviosa, eso es todo”)?
- ¿Culpa su estrés a otras personas o eventos externos, o lo ve como algo completamente normal y excepcional?